En 1971, GMC presentó el Sprint, un vehículo que tenía un parecido sorprendente con el Chevrolet El Camino. Smokey Yunick, un legendario corredor y concesionario de camionetas GMC, comentó con humor que GMC tenía dos equipos de ingenieros: Chevrolet diseñaba las camionetas y GMC se encargaba de los tapacubos y ceniceros. Si bien esta declaración fue más satírica que precisa, destacó las similitudes entre muchos modelos de GMC y Chevrolet.
El GMC Sprint, esencialmente un El Camino con la marca GMC, reflejaba a su contraparte Chevrolet en diseño y componentes mecánicos. Ofrecía una gama de motores, desde el de seis cilindros en línea de 250 pulgadas cúbicas hasta el V8 de bloque grande de 454 CID, emparejado con transmisiones manuales de tres y cuatro velocidades o el Turbo-Hydramatic. En particular, GMC llamó a sus motores V8 Invader en lugar de usar las designaciones Turbo-Jet o Turbo-Fire que se ven en los modelos de Chevrolet.
A medida que El Camino se sometió a rediseños en 1973 y actualizaciones en 1976, el GMC Sprint siguió su ejemplo. Cuando la plataforma de carrocería A se redujo en 1978, tanto el El Camino como la camioneta GMC, ahora llamada Caballero, sufrieron cambios similares.
Aunque GMC reflejaba en gran medida las ofertas de Chevrolet, había diferencias sutiles. La contraparte de GMC al El Camino SS fue el SP, con insignias y gráficos apropiados. Además, GMC produjo el Diablo, que se destacó gracias a los gráficos de llamas en el capó, en respuesta a la introducción de Chevrolet en 1978 del exclusivo paquete de equipamiento Black Knight.
En 1978, con la reducción del tamaño de la plataforma A-body, el Sprint fue rebautizado como Caballero. Casualmente, tanto El Camino como Caballero compartían nombres derivados del español, y el competidor de Ford, el Ranchero, seguía la misma tendencia. La marca de los tres vehículos adoptó un sabor del suroeste. Curiosamente, en 1985, la producción de El Camino y Caballero se consolidó en la planta de GM en Ramos Arizpe en México.
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Si bien las ventas del Sprint / Caballero fueron modestas, alcanzando un máximo de casi 7,000 vehículos en 1979 y alcanzando un mínimo de 2,126 unidades en 1983, proporcionó a GMC una contraparte del El Camino y amplió las ofertas en las franquicias GMC Truck y GMC-dual. Sin embargo, a medida que la era de la camioneta cupé estadounidense llegaba a su fin, tanto El Camino como Caballero se suspendieron a fines de 1987. GM cambió su enfoque hacia camionetas compactas y de tamaño completo que combinaban la comodidad y las características de los automóviles de pasajeros.